Sobre los trastornos de la personalidad

Beck y Freeman, se plantean de qué modo los procesos de la personalidad se forman y operan al servicio de la adaptación. Observando la naturaleza, gran parte de la conducta animal se considera que está “programada” genéticamente. El desarrollo de esos “programas” a menudo depende de la combinación de las estructuras determinadas genéticamente en interacción con la experiencia. Los autores, llaman estrategias a “las formas de conducta programada destinadas a servir a metas biológicas”. Afirman que la selección natural favoreció las “estrategias” genéticamente determinadas que facilitaron la supervivencia y la reproducción. Las estrategias predatorias, las de huída o las de paralización (“hacerse el muerto”) promoverán la supervivencia de un individuo y de la especie. Las exhibicionistas están a la base del apareamiento y perpetuación de la especie.

Estas estrategias primitivas cuando se dan de forma exagerada estarían a la base de síndromes sintomáticos tales como los trastornos por ansiedad y la depresión, así como en los trastornos de la personalidad, como el trastorno por dependencia… etc. Postulan, que para que se ponga en marcha una determinada estrategia tiene que haber una evaluación previa de la situación, que depende de las creencias subyacentes. Estas creencias estarían insertadas en estructuras más o menos estables denominadas “esquemas”, de las que dependen los procesos cognitivos, afectivos y motivacionales, y que serían las unidades fundamentales de la personalidad.

Los esquemas se aprenden durante la infancia y luego se autoperpetúan, sesgando las interpretaciones de las experiencias posteriores. Los autores, elaboraron listados de esquemas específicos para cada trastorno de personalidad según las categorías DSM-III-R, menos para el trastorno límite, por ser su contenido más confuso. Postulan un tratamiento multidimensional para los trastornos que incluiría aspectos de conducta interpersonal, emoción, visiones de uno mismo y de los demás, junto con cogniciones, creencias y esquemas, aunque prestan especial atención a la cognición.